50 kilómetros para el adiós

Por Luis Fernando López

Marchista colombiano

Fotos cortesía Running Colombia.com

En el 2014 empecé un proceso de cuenta regresiva con ocasión de los Juegos Olímpicos a celebrase en Rio. Mi intención  fue empezar a tomar partida  en la competencia de los 50 kilómetros en la modalidad de marcha, tras muchos años de logros en la prueba de 20, con la que conquisté varios sueños y me traje honores y medallas para Colombia.

 

Venía haciendo grandes avances y un año antes de los olímpicos en Rio logré el estándar de clasificación, pero cuando tenía que ratificar mi cupo en el mundial de Roma en mayo de 2016, me enfermé y se frustró la ilusión de los 50 kilómetros.

[blockquote text=”Londres fue la única vez que pude conseguir una medalla olímpica, estuve cerca, pero no pude… Los únicos que podían impedirme conseguirla eran los jueces, porque en los dos mundiales anteriores no me habían amonestado, fue una gran tristeza”.
” show_quote_icon=”yes” text_color=”#aa8601″]

Me planteé entonces a partir de ese momento la ilusión y el reto de clasificar a un Campeonato Mundial de Atletismo, para poderme retirar con el deseo y la satisfacción de un nuevo objetivo cumplido.

 

Pensando en este nuevo objetivo logré el oro en el Campeonato Nacional de Marcha en marzo de 2017, que por cierto, hoy recuerdo que estaba dentro del límite en el plazo y la marca por parte de la Federación Colombiana de Atletismo para la clasificación, que puso 12 minutos menos de mi marca para ese momento. Además debía competir contra el equipo que hizo presencia en los Juegos Olímpicos, una misión nada fácil.

 

Posteriormente hice una prueba de preparación en Portugal donde logré un tiempo prudente, que me dio la confianza para tener una buena parte final en los 50 kilómetros de la Copa Panamericana, otro reto personal de alto impacto para mi carrera.

La verdad, la veía difícil.  Llegó la competencia y el momento definitivo para cumplir mi deseo. Se dio un circuito con un falso plano en la caminata continental desarrollada en Lima. Allí me regulé en el paso y se dio cuando menos lo pensé, que sobre el kilómetro 40 estaba liderando la competencia con un deportista ecuatoriano especialista en la prueba.

 

Él ya había estado en dos Juegos Olímpicos y tenia mucha más experiencia, pero logré encontrar precisamente en ese momento, el equilibrio entre el ritmo que traía como campeón mundial de 20 kilómetros y el fondo requerido para una prueba de 50.

 

En Lima superé mi marca, pero lo mejor, es que se dio una situación atípica para el final de la competencia, pues pocas veces se da un remate con enfrentamiento cara a cara, con más de tres horas de prueba y el foto finish como juez.    El ecuatoriano y yo llegamos juntos, con la misma lucha, sin dar el brazo a torcer, el mismo coraje y todas las ganas…    A él le tocó el oro pero la verdad ganamos los dos, logramos el cupo al mundial y dimos una gran lección de gallardía.

 

Mis compañeros de equipo pudieron ver con sus retinas que con mi edad de casi 38 años ,  nunca dejé de luchar, nunca me faltó coraje, nunca desistí por el primer puesto en un certamen internacional.

Quiero batallar hasta donde mi cuerpo lo aguante y de esa manera retirarme, pensando que le aporté todo al deporte colombiano y a la historia del atletismo con algo muy grande, como la medalla mundial.

 

La verdad es que en el deporte lo he conseguido todo; lo único que lastimosamente no se dio fue una medalla olímpica, pero estuve muy cerca de conseguirla, pero en todos los certámenes en los cuales competí siempre obtuve una presea.

Hoy me encuentro muy bien y motivado para el Campeonato Mundial en Londres, que es el evento que soñé durante los últimos meses como el ideal para retirarme, como si fuera la última repetición de mi entrenamiento.

 

Pero tengo claro que luego vendrán muchas cosas más. Quiero seguir aportando al atletismo y al deporte de mi país. Pienso que debe haber un relevo generacional en la dirigencia y estudié para eso. Tengo la convicción que puedo ser guía, por eso enseñaré todo cuando pueda a los nuevos atletas. Tengo experiencia y no la puedo dejar, se la debo entregar a esta generación y a las que vienen, porque estoy seguro que están cerca de conseguir algo grande.

Uno  como deportista debe proyectar su retiro y lo debe hacer en un buen momento. Debe ser un instaste en el  cual la gente lo recuerde por el resultado positivo y a eso le he trabajado.

El perfil

Luis Fernando López  ha sido uno de los grandes protagonistas del atletismo en Colombia, gracias a su dedicación por más de 25 años a la marcha, actividad que ha compartido junto con el oficio de Intendente en la Policía Nacional.

 

El apoyo de su familia y el de la institución armada, fueron definitivos para que este disciplinado atleta compitiera en el mundo, sacando adelante todos sus proyectos y sus sueños.

 

Cuatro Juegos Olímpicos, seis mundiales, la medalla de oro en el mundial, multimedallista en los certámenes del Ciclo Olímpico y varias marcas entre otros logros, le valieron para ser punto de referencia de sus rivales y a la vez, de las generaciones crecientes en la marcha.

Cinco años después, recibe su título mundial

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“Cuando fui noveno en Olímpicos de Pekín quería hacer algo más grande. En el Mundial de Berlín me sentí campeón, pero cometí errores técnicos y mentales y fui cuarto. Asumí el reto de Corea con el sueño de ganar una medalla. Lo hice, fui un bronce que luego de 5 años se convirtió en oro”.

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El mejor marchista en la historia de Colombia

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